EVOLUCIÓN EN EL FUTURO
según Dougal
Dixon
Dougal Dixon es un palentólogo,
escritor, ilustrador y divulgador escocés conocido especialmente por su
obra After Man: A Zoology of the Future(comercializado
en los países hispanos principalmente por la traducción Después del Hombre: Una Zoología del Futuro) que fue publicado en 1981. En esta obra Dixon especula con una Zoología de Ficción, con animales
evolucionados a partir de los actuales, y hace hipótesis de cómo podrían
ser los animales de la Tierra en el futuro, en concreto dentro de 50 millones de
años.
Cuando
lo leí por primera vez me pareció casi una novela de ficción pero releído y con más conocimientos al
respecto, Dixon lo que hace no es más que explicar las leyes que rigen la evolución de los organismos, los procesos de adaptación,
especialización, convergencia, etc, e incluso
hace una interpretación bastante
exacta de los ciclos geológicos que sufre el planeta, como puede ser la tectónica de placas, y la historia
evolutiva previa que han desarrollado los seres vivos actuales.
Sin embargo Dixon no tuvo en cuenta que
los cambios en la posición de los continentes también pueden cambiar las
corrientes marinas, el clima y hábitats de los mismos. Así, la tierra
tendría zonas climáticas y ecosistemas muy distintos a los actuales. Solo
considera los cambios en la posición
de los continentes, tal y como se espera que estén en esa época, y las
nuevas cadenas montañosas originadas.
Dentro de 50
millones de años, la tierra sería aproximadamente así:
La Fauna
Entre los animales que se extinguieron
sin descendientes en After Man
se cuentan el hombre y todos sus animales domésticos,además
de varios grupos de mamíferos que ya estaban en decadencia en el siglo XX,
como los elefantes, perisodáctilos, cetáceos y monotremas. Los roedores e
insectívoros, en cambio, están ampliamente diversificados, contándose entre
los primeros animales como las ratas-león o el numrat,
que se alimenta de hormigas y termitas imitando al extinto oso hormiguero.
Los principales herbívoros son los conejílopes,
grandes conejos del tamaño de un ciervo que viven en rebaños. En cuanto a
los artiodáctilos, están menos diversificados que antaño y se componen en su
mayor parte de formas gigantes como los gigantílopes
y los capicornios de las selvas y bosques de
coníferas, aunque en Lemuria siguen siendo los
herbívoros dominantes debido al aislamiento. Los primates están también
representados por formas totalmente distintas: desde babuinos-león que
cazan herbívoros en África a gibones inteligentes que viven en poblados
construidos por ellos en los bosques asiáticos. Los carnívoros, en cambio,
son también una reliquia del pasado, aunque todavía cuentan con algunos
representantes impresionantes, como un gigantesco mamífero de hábitos
similares a la morsa que desciende de la nutria marina.
Al igual que en Lemuria, en Batavia la fauna es endémica, pero en su
caso no se trata de animales supervivientes que llevan ahí desde el
principio, sino de descendientes de animales voladores que cruzaron el
océano. Así, la mayor parte de los animales que la habitan son aves y
murciélagos, en muchos casos ápteros. También hay murciélagos que se han
adaptado a la vida en el mar y han desarrollado aletas. Comparten su
espacio en los mares australes con los pelargónidos,
enormes pingüinos que han ocupado el nicho de los extintos cetáceos, siendo
el mayor de los cuales el gigantesco Vórtex.
Las obras de Dixon han sido éxitos por su
originalidad, diversión y que son muy amenas. Pero también ha tenido grandes críticas científicas que cuestionan los
hechos y criaturas imaginadas por el autor.
Posteriormente hay
nuevas obras de Dixon, muy recomendables pero que siguen planteando dudas
razonables en sus planteamientos. Uno de los aspectos que me resulta más
interesante es que Dixon especula con nuevas especies basadas en el
conocimiento humano del ADN, sus modificaciones y las posibilidades que
esto da. Aparecerían nuevas especies de distinto tipo de forma inducida.
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